miércoles, 29 de julio de 2009

Vida light... con sabor a nada...

En las vueltas de la vida me figuraba yo ayer ayudando a mi madre con la revisión técnica del auto. Una vez que el auto ingreso a la fila para comenzar la inspección, nos fuimos a la sala de espera del recinto.

Más por costumbre que por otra cosa, fui a una de las maquinas dispensadoras de bebidas y elegí mi preferida (la que no mencionaré para hacer publicidad gratuita) del grupo de bebidas gaseosas que había disponible. Al caer, me fijé con tristeza de que era la versión sin calorías de la que yo había escogido... y de que la maquina maldita se cobro hasta de mi vuelto!

Volví algo molesto donde mi madre, pero con la disposición de que lo que había comprado tenia que gustarme... no lo hizo...

Fue entonces cuando le pregunte a ella: "A ti te gusta la (marca de bebida light) en serio?". Mi cara parecía como si hubiera comido algo amargo.

- No,- me dijo- pero todo lo que me gusta, engorda...

Comento al margen que mi madre tiene dificultad para tomarse un vaso de agua, pues tiene gusto a... agua... sin sabor, inodora, pura y, a la temperatura correcta, fresca!
Yo puedo echarme sobre medio litro de agua por la garganta y no me quejo de la falta de gusto (aunque cabe destacar de que en una vida antigua probablemente era un nómada del desierto y en esta nací sediento).

Entonces caí en cuenta de que muchas personas consumen la versión sin calorías de muchos productos con la idea en mente de que así pueden disfrutar de algo "parecido" a lo que probaban antes, sin miedo a que el azúcar que estos tienen se vaya directo a la materia grasa del cuerpo.
Lo que me chocó en ese instante era que este "salvavidas" lo único que hace es convencerte de el producto que ahora compras, no es ni tan bueno, ni tan bonito ni tan barato... pero que no te engorda. Gastas más para mantener el Status-Quo de tu cuerpo en lugar de practicar ejercicios, comer sano o (probablemente lo más dificil) llenarte de fuerza de voluntad (escasa en este mundo) y empezar a decirle NO a lo que te perjudica, SI a lo que es bueno para ti y que la opinión del resto te importe un comino.

La comida rápida te garantiza llenado de estomago y maximización de tiempo, pero al mismo tiempo mejora las posibilidades de que se te obstruya la circulación sanguínea. La comida sana, por oto lado, garantiza uso de tiempo en la dedicación, en el cocinar y en el que alguien te ponga cara de desagrado si es que lo cocinado no es del gusto del acompañante de turno.

El azucar te da energía par hacer cosas... pero si pasas la vida sentado en una silla, se transforma en grasa...

Lo light es una simple excusa para seguir haciendo lo que haces siempre con la idea de que te hace menos daño, pero a mi juicio, lo que hace daño es el no hacer nada al respecto para mejorar la situación actual del cuerpo.
¡Si ya hasta venden agua a precio de gaseosa! ¡AGUA! No basta que te cobren la que llega por las cañerías a la casa, sinó que ahora por embotellarla y ponerle un sello de dudoso gusto artistico, te cobran cerca del 1000% extra!!

Lo que me refiero con el titulo de la publicación es que la gente esta gastando más, por hacer menos... gastar en cosas que te prometen satisfacción, pero que en realidad las tienes casi gratis en la vida...

Creo que el azucar es la recompensa de un trabajo hecho (ojalá bien hecho), pues como muchos se habrán podido dar cuenta, no hay agua más fresca que la que se bebe después de un ejercicio!

Y solo para generalizar a gusto, tengo muy claro que incluso a mi me falta algo de ese azúcar, pero no es por que no tenga el trabajo bien hecho, sino que por que no se cual es el azúcar que necesito.

(Cabe dejar al margen a quienes el consumir azucar en si les hace daño, pero dejo esa palabra a modo de generalizar por las cosas que son buenas para cada uno... buenas de verdad.)

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