sábado, 15 de enero de 2011

Miel, hiel y moscas.

Estoy asombrado, dentro de un rango en que en realidad me esperaba estas situaciones. Yo me sé gruñón, siempre lo he dicho y suelo comentarlo, pero hay gente que anda peor que yo.

Dos situaciones semejantes a comparar.

Un amigo llama por teléfono a su ejecutiva de telefonía por que una cuenta de uno de sus celulares tiro un monto superior al que había esperado. Le da los datos que ella pide para solucionar el problema, sin embargo si ella no comprendió lo que él le dice o si bien no consigue la respuesta, él la insulta tratándola de ineficiente, le grita por teléfono y la hace sentirse pésimo. Que logra? NADA! que simplemente le digan lo que ya sabe y termina echándole a perder el día a otro.

Que me pasa a mi. Hemos cortado los servicios de Internet, teléfono y cable de mi departamento. Teniendo en cuenta que había 2 departamentos con el servicio, y que solo han cortado uno, se han equivocado y me han dado de baja mi casilla de correo electrónico en el proceso. Teniendo en cuenta que la situación no corresponde, pues aún contamos con la conexión del otro departamento, el eliminar todo contrato es un error mayúsculo y una falta de tino enorme. Casi creo que alguien se enojó en el proceso y no contó a cuantos le cortaba la cabeza. (efecto parecido al párrafo anterior).
Que hago yo? Llamo por el otro teléfono y hablo con la señorita del callcenter, quien me responde de buen ánimo todas mis preguntas. Le hago notar el error y de como se podría solucionar la situación. Al decirme que no esta dentro de su área de actividad, me pide disculpas, y yo le hago entender que sé que no le compete la situación, pero que me gustaría saber si se puede deshacer la desactivación. Es claro y lógico que pierdo varios minutos extra en el proceso, pero con buenas palabras y ganas de solucionar el problema, ella se mueve todo lo que puede para que mi dificultad sea reparada.

Lamentablemente lo hecho, hecho está, pero al menos sé que alguien intentó todo lo que pudo dándome incluso direcciones de donde podía hacer yo el reclamo con la posibilidad que si fuera tomado en cuenta.

Tengo claro que con un buen trato hice que su día laboral fuera menos miserable, ya que todos tenemos que soportar idiotas... Seamos honestos: La raza humana no brilla por su inteligencia, menos por sus buenas costumbres. El asunto es que el mal humor es tan contagioso como el bueno. Se puede notar que cuando vemos llorar a alguien, nos produce un efecto semejante, lo mismo cuando escuchamos reír a alguien!

A lo que voy: Cual es el afán de desquitarse con otro cuando es uno mismo quien ha hecho algo (o no lo ha hecho)? Siempre buscamos chivos expiatorios para pagar nuestra inconsciencia, nuestra culpa y nuestros descontentos. Y lo peor, lo hacemos con odio.

Tiempo atrás, un grupo de asistentes a un partido de Tenis (deporte que en teoría es de caballeros y gente de buenos modales) le lanzaba sillas al tenista que había vencido al cual ellos apoyaban! SILLAS! Creo que esta bien ser competitivo, pero hay que saber perder también. No siempre se obtienen los resultados deseados pues quienes dirigen, arbitran o corrigen son tan humanos como nosotros, igual de propensos a equivocarse y están tan lejos como cualquiera de ser perfecto.

Alguien recordará un spot publicitario que hablaba de lo mismo y de como el efecto del mal humor repercutía desde el padre de familia a un alumno ajeno al evento inicial, echándole a perder el día a todos por igual.

Consejos del día: Reír más, la risa tienta y suelta endorfinas. Si estas enojado, respira profundo y cometelo solo. Es tu problema y la solución también es tuya, no se logra nada si todos están molestos. No echarle la culpa al empedrado, y no te desquites con quien nada tenga que ver en el asunto. Probablemente alguien con buen ánimo puede ayudarte a encontrar la solución si es que no le echas a perder el día.

Como dice el refrán: Una gota de miel atrapa más moscas que una tonelada de hiel.