miércoles, 27 de enero de 2010

Desde que la vi...

La primera vez que la vi, venia acompañada. Cuando nos sentamos a la mesa, la miraba de reojo si es que algún otro tenia la palabra, y me deleitaba aprovechando los momentos de completa atención cuando era ella quien tenia algo que decir.
Y cada vez que era yo quién decía algo, intentaba que lo dicho fuera algo que a ella pudiera interesarla al mismo tiempo de darle información mía.
Recuerdo el momento en que comentó que ella solamente venía de compañía y el placer que me dio escuchar aquello. Mi cabeza comenzó inmediatamente a inventar diálogos que derivaran en detalles personales que ella pudiera compartirme, y solo podía pensar en como hacerlo para que no desapareciera de mi vida.

Cuando finalmente logré tener un vinculo, se dio la curiosidad de que tenemos mucho en común, tanto que me dio una mezcla de nervios, alegría y miedo (de que no fuera verdad).
Cuando nos escribimos, me parece que es sin trabas y completamente honestos.
Cuando nos hablamos, podemos conversar por horas sin darnos cuenta de como pasa el tiempo.
Cuando la veo, el mundo se me alegra.
Cuando me llega un mensaje de ella, su imagen se pone frente a mis ojos y el día mejora. Me lleno de ganas de hacer cosas, cualesquiera que estas sean.
Cuando estoy con ella me es difícil dejar de mirarla o ponerle atención. Puedo recordar cada gesto que hace, una sonrisa, un guiño.
Cuando no sé nada de ella en días, suelo tratar de contactarla, por el simple hecho de tratar de recordarle que sigo aquí, esperando que me de un poco de esa atención que tanto deseo.
Suele no hablarme de otros, pero cuando lo hace me duele el pecho. La primera vez sentí como si una lanza me hubiera pegado a la silla en la que estaba, dejé de respirar unos segundos y traté de no externalizar el sentimiento.

Me encanta cuando me habla de sus problemas y que me pida la opinión de como resolverlos.
Me encanta cuando me da a entender de que solo me cuenta a mi.
Me encanta cuando me saca en cara detalles que a ella le gustan de mi forma de ser.

Nunca fui devoto al "amor a primera vista" hasta que la conocí.
Ahora que la conozco, no quiero que se aleje de mi.
Soy un creyente de que las cosas pasan ya sea por suerte o por destino, y creo que nuestros caminos se unen, hay muchas cosas que indican que debimos habernos conocido hace mucho... pero me aterroriza la idea de que voy a hacer algo, o no hacer algo, que va a hacer que ella se aleje de mi.

Ahora tengo por primera vez en mucho tiempo un miedo. Y no sé que hacer para que ella se quede junto a mi. No quiero perderla.