lunes, 30 de julio de 2012

Hoy es uno de esos días...

... que me levanto y veo afuera y no siento nada.
No hay voces en mi cabeza, ni pensamientos ni ideas. Solo un vacío de recuerdos y remordimientos.

Hoy es de esos días en que la armadura se agrieta y el herrero no ha llegado aún a soldarla. Los aromas en la ropa me llevan a personas que ya no están a mi lado, y me duelen; las actividades actuales me muestran que me es difícil tener actividades futuras por el simple hecho de no tener recursos para poder satisfacerlas. Pienso mucho, hablo poco y hago nada.

Hoy es de esos días en que pasarlo durmiendo no es mala idea.
Hoy es de esos días que me gustaría que el mundo se detuviera solo para que no me deje aún más atrás.
Hoy es de esos días melancólicos, en los que voy a decirle que no a todo, en los que voy a evadirme de la realidad como nunca. Por que los planes a futuro me parecen irreales y mentirosos. Por que apenas avanzo un poco en algo, aparecen decisiones respecto de un futuro cierto y poco prometedor contra uno incierto y aventurado, con promesas de riqueza. Y es de esos días en que mis decisiones son malas.

Hoy es uno de esos días en los que imagino, y el arte se apodera de mis actos. Una linea, un escrito, un sueño.

Hoy es uno de esos días que no logro convencerme que no estoy maldito y necesito descansar de la eterna batalla que tengo contra no caer y no rendirme.

Es uno de los días que quiero descansar de mí, mandar el mundo al infierno con todas las personas que habitan en él.

Hoy echo de menos. Hoy estoy frustrado. Hoy estoy triste. Hoy quiero estar solo, pero quiero que se acuerden de mi. Hoy necesito un abrazo silencioso, sin preguntas.

Hoy estoy vulnerable, y por lo mismo, soy inalcanzable.
Hoy no pelearé.

Hoy es uno de esos días...

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