martes, 20 de octubre de 2009

Valores

Mi templo de pensamiento suele ser en la ducha.
Debe ser por el eco que producen las gotas al chocar contra las distintas superficies, y la tranquilidad que me da el agua que me acaricia la espalda, como una amante cariñosa.
Siempre que me encuentro en ese lugar, sea donde sea que este ubicado, recibo el mismo efecto.

Mi cerebro se desenchufa de lo mundano y cotidiano y empieza a funcionar por cuenta propia, por así decirlo. Me hace escuchar música ambiental, que alguna vez he escuchado en mi vida, y por lo general la melodía no se repite entre los días. Otras veces se mete en mi cabeza alguna palabra que haya llamado mi atención, y me dedico a buscar la raíz de ella, tratar de identificar lo que se quiso decir, y todo tipo de cosas.

Lo siguiente nació en la ducha, y refiere a mi comprensión de lo que son valores y del como se han perdido, al menos, bajo mi lupa.

A mi entender, los valores son algo que te hace ser mejor, en el aspecto moral de la palabra.
Un triste ejemplo es la honradez. Un valor muy apreciado, pero poco aprendido. Pese a que no todo tiempo pasado fue mejor, el valor de la honradez tuvo su gloria pre bicentenario.

El nuevo "valor" que esta en la mente de todos es el del oportunismo. El sacar ventaja de la oportunidad presente sin importar las consecuencias que se obtengan, sin importar cuantos competidores lleguen tarde a la meta, o se queden en el camino.
(Encadeno el tema de la competitividad al concepto de oportunismo, pues lo que en algún momento era sana competencia se ha transformado en una pelea de fieras.)

Raíz de esta anotación es una frase escuchada en una película:

"Quien tenga la posibilidad de reparar un mal, debe hacerlo si es que el repararlo esta dentro de sus capacidades."

Pensar que es muy poca la gente que hace lo correcto simplemente por que lo correcto debe hacerse, sin importar si hay recompenzas disponibles por dicho acto.

Creo que, a modo personal, mi valor más grande es el de mirar hacia atrás y tratar de corregir aquello que considero que ha estado mal. Sería hipócrita al decir que he sido el más honesto, sincero y correcto toda mi vida, pues la verdad es que no lo he sido. Solo en el último tercio de mis años he tratado de enderezar lo que hice en el tercio intermedio (dejando mi niñez de lado por que la inocencia en ese entonces duraba hasta los 10 años, por lo menos).

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